La Encuesta Mundial de la Empresa Familiar 2018, elaborada por PwC, concluye que las tres mayores preocupaciones para los empresarios familiares españoles son: la necesidad de innovar (74%), la digitalización (67%) y la competencia internacional (59%).
Estos retos a los que se enfrentan los directores de las empresas familiares de nuestro país, no están muy alejados con las de sus homólogos mundiales, a los que también les preocupa la importancia de la innovación (66%), así como la dificultad de las empresas familiares para acceder a las personas con el talento y las capacidades necesarias para hacerlo (60%).
La competencia internacional es uno de los grandes retos al que las empresas familiares españolas tienen que hacer frente, ya que las grandes multinacionales como Amazon y Google están revolucionando la forma en la que se compran y se venden los productos. A pesar de ello, según el informe, el 81% de los empresarios ya están vendiendo sus productos y servicios fuera de España.
El informe revela que el 29% de los empresarios encuestados se encuentran “vulnerables” a los efectos de desarrollo de las tecnologías digitales. Esta cifra duplicaría a la obtenida en el mismo informe de PwC del año 2016. Sin embargo, un 57% se considera “poco vulnerable”, y un 7% “nada vulnerable”.
A pesar de que la digitalización de las empresas familiares supone una gran preocupación para los empresarios, un 60% ya tiene previsto llevar a cabo avances y mejoras significativas en sus capacidades digitales en los próximos dos años.
El 76% de los empresarios familiares españoles prevé un crecimiento de los ingresos de sus compañías en los próximos dos años, aunque a nivel internacional los empresarios extranjeros se muestran más optimistas que los españoles, y el 84% prevé una evolución de sus negocios.
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